miércoles, 25 de septiembre de 2013

Ascensión al Pico Borón (1327m) por la Canal del Palomo, descenso por el sendero de Vadiello


Hace poco más de un año, estuvimos haciendo la Canal del Palomo, por aquel entonces nuestro compañero Bruno de Montañismo para todos, me comentó la opción de poder unirla con la ascensión al Pico Borón.

La idea me gusto bastante, pero como la lista de pendientes es cada día más grande, hasta hoy no he podido hacerla. Para esta jornada voy acompañado por dos expertos ferreteros integrantes del blog Jodiendo las Botas, así que la mañana promete. Los datos de la actividad en wikiloc. 


Como el día todavía es largo, no madrugamos, salgo de Cuarte y sobre las ocho y media llego al punto de quedada. Desde allí cogemos la A-23, dirección Huesca, donde sin pasar por la ciudad, enlazamos con la N-240 durante 5 kilómetros, hasta desviarnos por la HU-330 dirección Loporzano-Vadiello, que no dejaremos hasta pasar un tramo con tres puentes seguidos, escavados en la roca.

Una vez pasados, la carretera desciende unos 500 metros y a mano izquierda hay un pequeño aparcamiento donde dejamos el coche.


Como no hemos madrugado, hay dos coches en el aparcamiento, un grupo todavía se está poniendo los cachibaches así que nos damos prisa, los pasamos y nos quitamos un grupo de encima, antes de salir del aparcamiento.

Desde el aparcamiento cogemos el sendero que va a la ermita de San Chines, pararelo al cauce del río, pero sin cruzarlo, cuando este finaliza, llegamos al inicio de la vía.

Como ya ocurriera hace un año, el primer tramo está sin el cable de vida, está equipado con clavijas, aunque la pared proporciona muy buenos y cuantiosos agarres.

Pasado este primer tramo delicado, avanzamos unos metros, el otro grupo de encuentra justo al incio de la vía y nos dejan pasar, así que tenemos toda la canal para nosotros solos. Tras un flanqueo hacia la derecha que ya se encuentra equipado con cable de vida, nos metemos de lleno en la canal del Palomo.




La canal es una sucesión de tramo verticales escalonados, entre tramo y tramo hay pequeñas pozas en las que está prohibido pisar, ya que en ellas habita una especie es extinción, como el Tritón Pirinaico.

La vía esta equipada con clavijas, lo que le da un punto extra de dificultad, ya que apenas cabe el pie, y además algunas están bastante alejadas por lo que en algunos puntos tenemos que tirar de brazos.

A esto hay que ae añadirle que en la parte central suele caer agua y siempre está humedo, así que está casi prohibido apoyar los pies, para no dar un patinazo, cuando llevamos recorridos la mitad de la canal, me coloco a pie cambiado en una clavija, y la lío del todo, mal para bajar y peor para continuar subiendo, la roca resbala y a pulso es imposible subir.

Por más que miro no encuentro otro apoyo así que viendo que lo único que puedo sacar es un tortazo, me agarro del cable de vida, justo cuando lo hago veo que hay un hueco en la roca, lo apoyo un segundo y para arriba, buff aquí se puede decir que las he pasado bien putas.

Tras un breve decanso para reagruparnos proseguimos la marcha, la verdad que hace un calor de la leche, a pesar de que el sol no entra en la canal, en muchos puntos de la ascensión, la canal es tan estrecha que podemos avanzar por oposición.




Después de varios tramo verticales, descansamos con un corto tumbado a la izquierda, camiamos unos metros y de nuevo otra larga tira de clavijas, hasta el paso estrella de la vía, un desplomado ladeado a la derecha, que se pasamos bastante bien, ya que se encuentra bien equipado, aunque en caso de llevar agua la canal, la cosa se complicaría bastante.

Pasado el desplomado, hacemos una pequeña trepada, y salimos de la canal por una zona de matorral, hasta que llegamos a la base del del Circo d'o Ciego.






Desde este punto comenzamos el camino de regreso al aparcamiento, al que nosotros no llegaremos, el regreso los hacemos por una fajeta tumbada, equipada con cable de vida, en un par de puntos nos toca hacer un destrepe, que como siempre resulta más complicado que subir, ya que en algunos puntos concretos no vemos donde apoyar el pie.

Superado estos dos escoyos continuamos pararealos a la mole de roca, donde todavía hay alguna clavija para ayudarnos a avanzar, cuando el sendero de regreso gira a la derecha y desciendo de forma bruca, nosotros lo abandonamos y continuamos pegados a la pared, rodeandola, hasta la altura de un resalte donde nos detenemos para ver toda la zona del embalse de vadiello, con sus aguas turquesas.






Después proseguimos la marcha y cuando llegamos a la otra cara de la montaña, y trás recorrer unos metros por una zona de bosque bajo, enlazamos con el sendero de subida al Pico Borón que viene desde Vadiello.

El sendero es estrecho y nos lleva por el interior de un espeso bosque donde destaca el boj, romero y la carrasca, tras superar unos grandes bloques de piedra, llegamos a la altura del puro donde aprovechamos para fotografiarnos.

Como la parte más entretenida de la subida la tenemos cerca, apenas nos detenemos y continuamos hasta adentrarnos en la zona del barranco, donde sorteamos varios obstaculos haciendo alguna que otra trepada, algunos puntos se encuentran equipados con cuerda, cosa que se agradece sobre todo cuando nos toque bajar.

Superado este entretenido tramo, y después de subir por una zona de bosque, salimos del barranco por un sendero señalizado con algún hito.









Una vez fuera del barranco, llegamos a un collado, desde donde podemos ver los mallos de Lazas, Liguerre, San Jorge, y toda la panorámica de Vadiello.

Como hemos subido por la canal, el tiempo se nos ha echado encima y hoy para ser finales de septiembre hace un calor de narices, y comenzamos a notarlo. Sin apenas descansar continuamos por la cresta de conglomerado de los mallos de Laza, tras coronar una pequeña cima, descendemos unos metros, en busca de un paso clave que nos acerque al collado que hay debajo del Borón.

Tras seguir varios hitos y echarle un vistazo al gps, lo encontramos y hacemos un pequeño ladeo, sin ningún peligro, desde allí nace un sendero que nos adentra en una pequeña zona de bosque, que tras pasarla, nos deja en el collado que habíamos visto desde los mallos de Lazas.








La subida al Pico Borón no es muy clara, y no hay una senda evidente, de vez en cuando van apareciendo trazas, pero vemos que no merece la pena, ya que es todo pedriza, y nos vamos a dar la sudada padre, así que decidimos subir a cuchillo, aprovechando las grandes rocas de conglomerado que hay.

Poco a poco le vamos ganando terreno y después de un último esfuerzo llegamos a la cresta del Borón, por donde continuamos hasta el hito que marca la cumbre. Las vistas son fantásticas y sobre todo nos asombra que al otro lado del pico hay un gran cortado, a los ya nombrados en varias ocasiones destaca el Fragineto que se levanta enfrente nuestro. Como hay un día bastante claro divisamos muy bien los pirineos y la zona de Ordesa.





Después de hacer cima, aprovechamos para descansar un poco y hacer unas fotografías, como apenas nos queda agua, decidimos bajar, para el descenso aprovechamos las trazas de sendero, donde a pesar de bajar con precaución acabamos dando algún que otro patinazo.

El resto de descenso lo hacemos por el mismo camino que hemos subido, cuando unimos con el sendero de la canal de palomo decidimos seguir por el camino original hasta Vadiello, desde aquí cogemos la carretera y cuando estamos cerca del coche, vemos un arrollo canalizado con agua fresca y limpia donde aprovechamos para beber, y de aquí al coche en un pis pas.

En un merendero junto al río aprovechamos para comer algo, llevavamos la idea de realizar algún barranco como el basender para aprender a rapelar pero es tarde y nos vamos directo a Zaragoza, pero antes la cerveza de la victoria.

Al final ha salido una buena actividad, y la compañía ha sido cojonuda, así que aprovecho para agraderle el buen rato a los compañeros de Jodiendo las Botas, sin ellos hubiese estado bien, pero no habría sido lo mismo, ya sabeis, tenemos pendiente otra.


martes, 17 de septiembre de 2013

Vía Ferrata del Castellaso


Este fin de semana nos subimos a Boltaña, el sábado lo aprovechamos para jugar en el camping, darnos un baño y por la tarde vamos a Ainsa, que son las fiestas.

Hoy domingo me levanto con la idea de hacer una ferrata y estar al mediodia en el camping, me levanto pronto y me voy con la idea de hacer la de Castellaso en Sesue o la de Sasc en Benasque, al final me decanto por la primera que es la más cercana y además me han hablado muy bien de ella. Los datos de la vía ferrata en wikiloc.


Para llegar hasta el inicio cojo la carretera A-139 hacia Benasque, cuando llego a la altura del desvío a Sesue, lo paso de largo y continúo un kilómetro más hasta la entrada Norte a Sesue, donde hay un indicador de la vía ferrata.

Cruzo el puente que salva el cauce del río Ésera y continuo por un camino asfaltado, dejo a mi derecha el camping de la Borda de A´rnalet y unos metros más adelante junto a un indicador de la vía ferrata, aparco el coche.

En este punto sale un camino de tierra, por el que avanzo por una bonita zona de bosque, tras varias lazadas, llego junto al panel de información de la vía ferrata, en este punto abandono el camino y sigo recto por un estrecho sendero que me deja en la base de la Punta Castellaso, donde se desarrolla la vía.





Para comenzar la ferrata subo por un corto tramo equipado con grapas y ligeramente tumbado, tras superarlo avanzo caminando unos metros hasta llegar a la pared principal, donde hago una ladeo hacia la izquierda, e inicio una larga tira de grapas con la que gano altura rápidamente.

Tras superar este tramo, la equipación desaparece y tan solo hay cable de vida, por lo que me toca buscar agarres naturales en la roca. Los primeros metros es un sencillo ladeo hacia la izquierda, pero la cosa enseguida tiende a subir, y la dificultad es mayor.

Después pasar un tramo equipado con tres grapas, me toca ladear hacia la derecha, y aquí la cosa se complica, ya que en un punto donde tengo que dar tan solo un paso, no lo veo nada claro, que ya no encuentro ningún agarre fiable. Tras varios intentos y viendo que la cosa se dilata, al final decido echar mano de cable de vida, y pasarlo.








Paso comprometido con basante patio
Salvado este paso, comienza un nuevo tramo, esta vez equipado con grapas, a la primera cuesta llegar, y toca estirarse, el tramo es bastante vertical, y a medida que voy avanzando se va ladeando hacia la derecha.

Finalizado, la cosa cada vez se pone más entretenida, ya que casi de forma consecutiva me toca superar tres cortos desplomados, el más complicado sin duda es el primero, ya que a la vez que se desploma, las grapas se encuentran ladeadas, y requiere además de fueraza, habilidad.





Superado el último desplomado, me toca caminar un rato, para llegar a la última pared, que es un largo tumbado escalonado, los dos primeros tramo están equipados con cadenas, que es una equipación que a mi no me gusta nada, ya que no me ofrecen ni pizca de seguridad, aunque aquí bien se puede pasar de ellas.

Después de superar los últmos tramos de grapas, llego al final de la ferrata que coincide con la cima de la Punta Castellaso, donde las vistas son amplias y espectaculares.







Después de realizar varias fotografías, y echar un trago de agua, comienzo a descender, por un estrecho sendero que hay justo detras del final de la ferrata. El piso es todo roca, y está mojado, así que bajo con precaución, no vaya a ser que de un resbalón.

En los primeros metros, el sendero va rodeando la Punta Castellaso, después se aleja y me lleva hacia una pradera, cerca de la ermita de San Sadorní, donde llego a una pista, por la que ando unos metros, para luego enlazar con el sendero de bajada, que se encuentra marcado con flechas rojas.

A partir de este punto, la cosa empeora, ya que hay bastante maleja y está la zona muy húmeda, después me adentro en una zona de bosque, hasta empalmar con el camino de acceso a la vía ferrata.

Desde aquí tan solo me queda desansar el camino de acceso, y en poco más de hora y media me planto en el coche. Sin duda ha sido todo un acierto el realizar está vía, ya que tiene tramos atléticos, con patio, y sobre todo la escasez de equipamiento le dan un punto de dificultad que se agradece.





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