sábado, 22 de septiembre de 2012

Vía Ferrata El Puente

Después de realizar la La ruta de las Pasarelas del río Vero, y comer en Alquezar, nos acercamos a la población de Rodellar, para realizar las ferratas del Puente y del Espolón de la Virgén.

Primero nos acercamos a la ferrata del Puente, ya que se encuentra a tan solo un kilómetro antes de llegar a Rodellar, en la misma carretera, hay una señal que indica "Camping El Puente", tomamos el desvío y descendemos por una pista asfaltada, hasta el camping, donde aparcamos el coche sin entorpecer el paso a los coches que entrar y salen de él. Datos de la Ferrata en Wkiloc


La mujer y el peque se van al río, mientras me pongo los bártulos y me acerco también al río, sin pasar el puente de Pedruel, cojo un sendero a mano derecha que me lleva paralelo al río, en dos minutos llegó al inicio de la ferrata.


El primer tramo es fácil franqueo horizontal equipado con cable de vida, con buen piso y sin patio, que me lleva hasta una corta pared, un pelín extraplomada y con las grapas algo ladearas, que prometen.

Tras superarla y andar unos metros a mano derecha, llego hasta una pared tumbada con roca lisa, y tan solo cable de vida, que supero sin dificultad, ya que hay buenos apoyos en la roca.

El siguiente tramo, es una una corta pared vertical con grapas, sin ninguna dificultad, una vez arriba, hay un cartel de coto de caza y un sendero, busco por la zona la continuación de la ferrata, pero no veo absolutamente nada más, a pesar de que hay otra pared de roca, unos metros más adelante.




Desde el final de la ferrata, sin duda lo mejor son las vistas del Puente medieval de Pedruel, ahora toca regresar, y cojo el sendero dirección al camping, que se encuentra balizado. En sus primeros metros es algo pedregoso, por lo que voy con cuidado para no dar un patinazo y en cinco minutos llego al puente.




Como se me ha hecho muy corta, la vuelvo a realizar, después me acerco al río para descansar un rato allí, para mi forma de ver, la ferrata no merece la pena, tan solo aconsejo hacerlo como complemento a la del Espolón de la Virgén y la de Peñas Juntas.


Pasarelas del Río Vero

En el año 2007 cuando visitamos la villa medieval de Alquezar, realizamos esta ruta circular, nos gusto mucho y es sencilla, así que esta vez hemos decidido repetir la ruta, pero con el peque, porque estamos convencidos de que le va a encantar. Para descargar el track, haz clic en el símbolo de Wikiloc. 



Llegar hasta Alquezar es bastante sencillo, vamos por la A-23 hasta Huesca (sin entrar) y después cogemos la N-240 dirección Barbastro hasta enlazar con la A-22, cogiendo el desvío hacia Abiego.  Aparcar en Alquezar esta prohibido, y hay varios aparcamiento públicos a las afueras. 

El coche lo dejamos en el aparcamiento, que se encuentra en lo alto del pueblo, descendemos hasta la colegiata, vamos hasta la parte trasera, donde se sitúa un mirador, en el que podemos ver el barranco por el que discurre la ruta.

Desde el mirador, comenzamos la ruta, los primeros metros discurren por un suelo adoquinado, con tramos de escalera, enseguida tomamos un desvío a mano derecha, que en un ligero descenso nos lleva hacia el interior del barranco de la Fuente.






A los pocos metros de tomar el desvío, comienzan los tramos de pasarelas de madera, equipados con sirga a ambos lados, que nos permiten salvar con facilidad los tramos más complicados. El peque esta encantado y se pone el primero todo el rato, el quiere "hacerlo el solo" y no quiere la ayuda de los mayores.

Prácticamente en esta primera parte, todo el recorrido se encuentra equipados, mientras descendemos por el barranco, vamos alternando tramos de pasarelas, con escaleras de madera y un pequeño tramo con sirga, para evitar una caída en un tramo empedrado.

A medida que nos vamos acercando al cauce del río Vero, la vegetación se espesa, en ella podemos ver litoneros, higueras, sabinas, bojes, arces y saucos, entre muchos otros, la zona es espectacular.

Tras pasar una corta pasarela de madera, llegamos a una intersección, a mano derecha hacia la central hidroeléctrica y a mano izquierda a la Cueva de Picamartillo, nosotros primero vamos hacia la cueva y después volveremos hasta este punto para ir a la central que es por donde va la ruta. 




Continuamos caminando, por un camino de piedras, poco trazado, y en un par de minutos llegamos a la Cueva de Picamartillo, una gran oquedad abierta en la roca caliza por la incesante labor erosiva del río a lo largo de millones de años.

Como el caudal del Vero, esta muy menguado, por las pocas precipitaciones, en los últimos meses, pasamos al interior de la cueva, donde hacemos una parada, para que el peque juegue un rato tirando piedras, mientras tanto aprovecho para realizar unas fotografías de la cueva, y las vistas que hay desde ella.



Desandamos el camino hasta el desvío, unos metros antes de llegar a él, podemos ver por donde continúa la ruta, llegamos al desvío y continuamos hacia la antigua central hidroeléctrica, por encima del cauce del río Vero.

Para salvarlo, vamos por un tramo de pasarelas metálicas, sujetas a la roca, tras pasar este primer tramo, y tras jugar a la rana, pasamos por debajo de una gran higuera.




Por unos minutos dejamos las pasarelas y vamos a ras del cauce del Vero, por un amplio sendero, el peque, se lo esta pasando pipa, y va corriendo a descubrir el próximo tramo, que es otra pasarela metálica, por la que superamos una presa y en la que se pueden ver restos de un azud, y la canalización, que llevaba el agua antiguamente a un molino harinero y posteriormente a la Central hidroeléctrica.

Bajo la presa, se ha formado una gran poza, con el agua cristalina, a la que bajamos por unas escaleras talladas en la roca. A pesar de que estamos a finales de Septiembre, no puedo resistirme a darme un baño, el agua esta fría, pero con unas cuantas brazadas, entro rápidamente en calor.




Después de ponerme un poco al sol, para secarme, ya que no llevo ni bañador ni toalla, continuamos la ruta por un estrecho sendero, pasamos por debajo de una gran roca, y enlazamos de nuevo con otro tramo de pasarelas metálicas, que nos lleva hasta la antigua central eléctrica.

La central se construyo a principios del S.XX para aprovechar las aguas de los barrancos y los ríos de la zona, y obtener electricidad, estuvo en marcha hasta el año 1964, en la actualidad esta parada, pero hay un proyecto de rehabilitación, para utilizarla como centro de interpretación del barranquismo en el río Vero y como refugio, pero con la que esta cayendo, me da a mí, que para día lo veremos en funcionamiento.




A partir de este punto, nos toca subir hasta Alquezar, para ello, continuamos por un amplio sendero en continua subida, desde el que podemos contemplar por donde va el río. Después de una curva, llegamos hasta un desvío, debidamente señalizado, tomamos el que va hacia la derecha y tras pasar varios campos de olivos, llegamos a la Iglesia de San Miguel, donde damos por finalizada la ruta.

Unos metros más abajo hay un mirador con varios bancos de piedra, y una buena sombra, mi mujer y el peque, se quedan allí, mientras yo me acerco al coche a coger la comida, después de comer, nos vamos a Rodellar, para hacer alguna ferrata, pero eso es otra historia.




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