sábado, 17 de marzo de 2012

Yebra de Basa - Santuario de Santa Orosia, por el Sendero de los Santuarios Rupestres

Después de varios intentos, por fin este fin de semana, nos acercamos hasta la población de Yebra de Basa, nuestra idea es subir desde este población, por el conocido senderos de los Santuarios Rupestres. Para descargar el track, haz clic en el símbolo de Wikiloc.



Cuenta la historia que este sendero fue el que utilizo Orosia, (princesa bohemia del siglo VII, que venía a casarse con un rey aragonés). En el camino fue sorprendida por un árabe, y por no quererse comprometer con él, huyó y fue mutilada y decapitada. Un pastor descubrió el cuerpo de la santa, desde entonces la cabeza se guarda en Yebra de Basa, y el cuerpo en Jaca, lugares donde actualmente Santa Orosia es su patrona. 

Aprovechando que el día va alargando, y que dan buen tiempo en general para todo el día, decidimos no madrugar y aprovechar el calor del día. Sobre las diez y media, comenzamos la ruta desde la plaza de Yebra de Basa, donde hemos dejado el coche.

Andamos unos metros por la población, hasta que llegamos a la antigua carretera de acceso a Yebra de Basa, donde tomamos una amplia pista forestal en la que hay, algunos coches aparcados.

A los pocos metros de tomar la pista, esta se bifurca en dos, elegimos la que sale a nuestra izquierda y que se encuentra perfectamente señalizada como PR-5, con marcas blancas y amarillas.

Junto al panel informativo, nos encontramos con la primera de las ermitas, se trata de la Ermita del Augusto, que tan solo es una pequeña capilla.




Seguimos por la pista, hasta llegar al barranco de Santa Orosia, cuyo cauce salvamos pasando por una pasarela de madera, en este punto parten varios itinerarios, a la derecha el PR6, que sube a Santa Orosia por la pista de Sobas, aburrido para subir caminando pero muy bien para hacerlo en bicicleta, a la izquierda el GR16 dirección a San Román de Basa por el que se puede ir a Santa Orosia realizando una circular, y todo recto hacia el PR-4 que es el que nosotros seguimos.

Al coger el PR, la pista desaparece, y tomamos una senda que en su primer tramo se encuentra acondicionada, y que nos introduce en un entorno montañoso compuesto por Marga, que es un tipo de roca sedimentaria compuesta por calcita y arcilla, que la hace muy vulnerable a la erosión, provocando las fuertes lluvias formas muy singulares.

Dejando a un lado las margas, comenzamos ha ascender, por un tramo acondicionado con escaleras, que nos lleva a la Ermita de Escoroniellas, que tiene en su interior una pequeña talla en madera de la virgen.






Después de una breve parada, continuamos caminando dirección SO por sendero, que tiende ligeramente a subir y nos lleva hacia el interior del barranco de Santa Orosia. Pasamos por los restos de un antiguo corral y llegamos a la Ermita de las Arrodillas, construida sobre una roca, en la que Santa Orosia clavo sus rodillas, antes de ser decapitada.

Continuamos caminando por el sendero, a partir de este punto, el piso se encuentra en peor estado, con bastante piedra suelta, aunque se camina sin grandes dificultades, al poco de dejar la tercera ermita, cruzamos el barranco de Santa Orosia, que apenas lleva agua, por lo que nuestras esperanzas de encontrar la cascada del Chorro con agua, son mínimas.

Desde este punto, ya podemos observar la Ermita de San Cornelio (inferior) y la Ermita de la Cueva (Superior) a las que llegamos en apenas quince minutos. Primero visitamos la Ermita de la Cueva, a la que accedemos por dos tramos de escaleras, el segundo de ellos, protegido con barandilla para evitar caídas.

De la Ermita tan solo podemos acceder al campanario, ya que el resto se encuentra cerrada con candado. La historia cuenta, que en esta ermita fue donde se cobijo Santa Orosia y su cortejo, para no ser encontrados, varios siglos después su cuerpo fue encontrado por un pastor.

Después de echarle un ojo, descendemos por las escaleras, para acceder a la Ermita de San Cornejo, que también permanece cerrada, la ermita tiene este nombre, porque así se llamaba el hermano de Santa Orosia, que resulto muerto en la persecución.










Tras la pausa para ver ambas ermitas, continuamos la marcha, caminamos unos metros, y echamos la vista atrás un instante para verlas por última vez y la cascada del Chorro, que aunque no está seca, apenas lleva agua.

Después seguimos por una repisa de conglomerado, con unas amplias vistas al llano de Sabiñánigo, y donde podemos ver gran parte del recorrido realizado hasta el momento.

No tardamos mucho en llegar a la Ermita de San Blas, cuyo nombre fue dado por un ermitaño que vivió varios años en la cueva, y casi a continuación a la Ermita de Santa Bárbara, que recibe el nombre de una santa que murió en condiciones similares a Santa Orosia.





Al final de la repisa, llegamos a una extensa planicie donde se encuentra la Ermita de la Cruz o O'Zoque, que tan solo es una pequeña capilla, en la que se reúnen los vecinos de la zona el día de la romería. 

Desde la ermita, caminamos unos metros, hasta alcanzar el punto más alto del recorrido, donde hay una gran cruz dedicada a Santa Orosia, hacemos una fotografía y aprovechamos para disfrutar de la amplia panorámica que hay desde este punto.

Nuestro objetivo del día ya está cercano, y desde la misma cruz, ya podemos ver el Santuario de Santa Orosia, así que continuamos la marcha en ligero descenso, primero por trazas de sendero, y enseguida por una amplio camino por el que enlazamos con la pista de Sobas, que viene desde Yebra de Basa, por la que andamos durante unos metros hasta llegar al Santuario de Santa Orosia.

La Leyenda cuenta, que Santa Orosia murió en este lugar a manos del caudillo musulmán, tras haber matado a todo su séquito, en la cueva donde estaban escondidos, la subió a la cima del puerto. Ahí le cortó primero los brazos, luego las piernas, y finalmente la cabeza.

Unos ángeles bajaron del cielo, y recogieron los restos para enterrarlos en la cueva en la que se había escondido y había sido descubierta. Siglos después, un ángel le reveló a un pastor dónde estaba la santa, el pastor recogió los restos y depositó su cabeza en Yebra de Basa, y su cuerpo en Jaca.

Junto al Santuario hay un par de fuentes, un pequeño refugio y un albergue que se puede solicitar en el ayuntamiento de Yebra de Basa, una buena opción para completar la ruta es ascendiendo al monte Oturia, pero como voy con mi mujer, lo dejo para otra ocasión.

En la pared del Santuario, aprovechamos para comer, echar un trago, y descansar, después comenzamos el descenso por el mismo sendero por el que hemos ascendido está mañana, y una vez en Yebra de Basa, damos por finalizada está entretenida ruta.





sábado, 3 de marzo de 2012

Circular Petraficha (2.188m) - Quimboa Alto (2.182m) por Tacheras

Tras la fallida salida del fin de semana anterior, donde pensaba subir al Oturia con mi mujer, por la senda de los Santuarios Rupestres, este fin de semana toca resargirse.

En esta ocasión me acompaña de nuevo José Ángel y Carlos, tenemos en mente varias opciones, subir al Oturia desde Satue y bajar por Isun de Basa, subir al Castillo Mayor o subir al Petraficha.

Tras varias deliberaciones nos decantamos al final por subir al Pico Petraficha, situado en el Valle de Anso, un valle muy bonito pero no muy frecuentado, su principal inconveniente, es que se encuentra bastante alejado de Zaragoza y para ir en el día toca madrugar.

Este año de momento está siendo bastante escaso en nieve, así que no sabemos lo que nos vamos a encontrar, una vez en el camping de Zuriza, tomamos la pista de Tacheras, y continuamos por ella con la furgoneta hasta donde la nieve nos los permite.

Antes de empezar, tomamos un tentempié, nos colocamos los aparejos y comenzamos a caminar por la pista de Tacheras, enseguida llegamos a la Fuen Fría (Fuente Fría), de la que apenas mana agua, y es que se nota que no esta siendo un invierno de nieves.

Continuando por la pista, llegamos hasta el llano de Tacheras, que sirve de aparcamiento, y punto de inicio cuando la nieve lo permite, desde aquí, abandonamos la pista, giramos a la izquierda, y enlazamos con un estrecho sendero perteneciente al GR.11.

Desde el llano de Tacheras, abandonamos la pista, y giramos a la izquierda para coger el sendero que va hacia Oza, tras varias lazadas en ligera subida, siguiendo las marcas rojas y blancas del GR.11, llegamos al Refugio de Tacheras, que presenta un mal estado exterior, aunque una vez dentro, este no está en tan malas condiciones.

Desde el refugio tenemos una amplia panorámica, con el Achar de Alano, y al fondo izquierda el Petraficha, que es el objetivo del día.

Sin detenernos mucho, continuamos la marcha, aquí dejamos el GR.11 por el que luego volveremos, continuamos rectos por un estrecho sendero, que nos lleva por la ladera de la montaña, hacia el interior de un barranco.

Ya en el barranco, llegamos a una bonita cascada, por la que pasaremos por la parte de arriba, cuando volvamos, desde aquí el terreno empeora, y nos metemos de lleno en una larga pedriza.

Siempre que podemos vamos siguiendo el sendero, pero en algunos tramos es inexistente, de vez en cuando vemos algún hito, aunque el camino no tiene pérdida, ya que en todo momento tenemos visible la cima del Petraficha.

Hasta el momento la nieve no ha hecho acto de presencia, tan solo en algún punto concreto del barranco, hay alguna mancha de nieve helada, la verdad que este invierno es inusual, ya que en pleno mes de marzo, solo hay nieve en las cumbres.

Cerca del Plano de Tacheras, tomamos rumbo NE, dejamos a un lado el Refugio de Chipeta Alto, llegamos al Collado de Petraficha, donde comenzamos la ascensión por el cordal, hacia el Petraficha.

La ascensión es bastante dura, las rampas tienen bastante inclinación, pero a esto hay que sumarle el excesivo calor que hace hoy, y es que más que un día de invierno, parece que sea primavera.

Durante todo la ascensión apenas pisamos nieve, tan solo algún corto tramo, después de tres horas, llegamos a la cima del Pico Petraficha (2.188 m), donde aprovechamos para comer, beber, y admirar las fantásticas vistas que tenemos, donde podemos ver las cimas de la Punta Agüerri, Bisaurin, Secus, Castillo de Acher, o Acherito entre otros.

En la cima coincidimos con una pareja y aprovechamos para hacernos unas fotos de grupo, la primera con vistas al Chipeta Alto, y la segunda con vistas al Quimboa Alto y Acherito.




La idea inicial, era subir hasta el Petraficha, y volver por el PR, como tenemos varias cumbres cercanas, decidimos cambiar el libro de ruta, así que nos calzamos las raquetas, y comenzamos a realizar todo el cordal.

Algunas de las cumbres que hacemos no son de importancia, ya que no aparecen ni en los mapas, al final del cordal, llegamos cerca del Quimboa Alto, como en la cima no hay nieve, aprovechamos para quitarnos las raquetas, las mochilas, y nos acercamos caminando hasta la Cima del Quimboa Alto (2.182 m), al que llegamos en un par de minutos. 

Una vez en la cima, las vistas son parecidas a las del Petraficha, regresamos hasta donde hemos dejado las mochilas, y como en ese tramo no hay nieve, aprovechamos para realizar una larga parada para comer.

Después de comer y echarnos unas risas, nos colocamos los crampones y las raquetas, descendemos por el Collado de Quimboa, donde se ve que hay más nieve que por la zona que hemos subido.

Si bien en esta cara, hay más nieve, en algunos tramos la capa es muy fina, además el calor que hace hoy, hace que este bastante blanda, así que vamos descendiendo buscando las zonas con más nieve
 
Cuando llegamos a la altura del Quimboa Bajo, vemos a un grupo de sarrios atentos a nuestros pasos, a partir de aquí la nieve desaparece, así que aprovechamos para quitarnos los crampones, las raquetas, y unos metros más adelante enlazamos con el GR11.

El sendero se encuentra en buen estado, está marcado con las franjas rojas, y blancas, y no ofrece ninguna dificultad, chino a chano vamos descendiendo, pasamos justo por la cascada que hemos pasado está mañana, y nos adentramos en una zona de bosque, que en un ligero descenso nos lleva de nuevo hasta el Refugio de Tacheras.

Desde aquí utilizamos el mismo camino de regreso, y en los restos de un antiguo refugio, aprovechamos para realizar una última foto de grupo, después llegamos al Llano de Tacheras, y por la pista en unos veinte minutos nos plantamos en la furgoneta, donde estiramos, nos cambiamos de ropa, y bajamos a Anso, donde nos tomamos una buena jarra de cerveza, mientras terminamos con los víveres.

Al final ha salido una buena ascensión, más larga de lo esperado, pero con poca nieve, así que habrá que repetirla, pero ya para otro invierno.






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